Adelanto de «Preguntas al Sur de Fantasía» (de Wenuan Escalona)

Ay, arte indígena

Ay, arte indígena
te han dado la responsabilidad de la resistencia
y al girar en esa órbita, te has vuelto monótono, predecible.
Porque tal como ocurre con los hijos
tu dolor y alegría deben proyectarse
tu palabra debe proyectarse como la flecha incendiada
que muestra el camino entre la niebla, la duda y lo inmóvil.
Para la vida no basta el recuerdo.
Corre, arte indígena
huye de lo espurio y abreva en la sorpresa
para seguir andando. Si no hay deslumbramiento
nos pudriremos en la certeza, en la madurez.
Hay una máscara sobre tu memoria, Wenuan,
pero escribe en nombre propio para traicionarte,
para traicionarlas. Ve con tus preguntas al
Sur de Fantasía.

 

SUR DE FANTASÍA

Trato de escuchar si acaso un bronce resuena en la oscuridad
de tu barro / Sur de Fantasía y camino en tu deslinde
empecinado en hallar un fuego que arda, un proyectil que hiera
un grito que espante. Pero al cabo de un rato
solo reparo en la estría ferroviaria, los homenajes a casas
que a tu vista se pudren. Pero, ¿tienes algo más que dolor para escribir la poesía del mañana?

Yo le hablo a tu fantasma y a tu carne:
el eco se fractura
salta el cuarzo al aire
y la onda de la palabra regresa
como pájaro oscuro.

Pero, ¿tienes algo más que ofrecerle a mi sospecha?
Dame un hueso que salte renacuajo, un anzuelo al agua
una garza que dormite, un borracho que cante amaneciendo
o los nombres de niños que aún no nacen.
Sería bello que así fuese.

Mira esta frente, este sudor que traigo, también es bello.
No deseo que mi nombre sea un jote merodeando el cadáver
de un mapa, la fosa común donde entierran la memoria.
Sí, tengo sudor en la frente y estoy listo para cometer mi gran
error en la vida, mi ataque y dos repliegues hacia la derrota
o victoria, porque hoy camino, me siguen las sombras
pero hoy camino, y no te quiero varada en recuerdo.

¿Tienes algo más que ofrecerle a mi sospecha? Podría llorarte
sin nostalgia llorarte. Tú que eres mausoleo de las madres
panal dulce de abejas, tú que abres y cierras el puño
tú que eres la idea donde se alzarán las casas
la niebla dura que sostiene mi bandera.

Yo vengo a encontrar un proyectil que hiera
una semilla que nazca
yo vengo en la pregunta que me vive
y es bueno que así sea
Sur de Fantasía.

 

TODO PUDO QUEDAR AHÍ

Todo pudo quedar ahí, sin un punto de inflexión
necesariamente violento. La ciudad estropeó los ojos
del Emisario del Sur de Fantasía y ahora los vemos resignado
o feliz con maceteros en su terraza y el recuerdo del cilantro
en su caldo. Campea un cinismo saludable que lo hizo funcionar,
ser práctico, encontrar oficio como relator del dolor. En fin. Pero
como se intuye, la acumulación de energía rompe la máscara de
lo apacible y así, como encienden volcanes que juzgaron extintos,
estallan reactores a la manera de Chernobyl, o bien, un ciudadano
modelo las emprende a balazos contra niños en una plaza, tú,
Wenuan con suficiente escoria entre tus libros
juzgaste corrupta la apostrofe contra el mundo y valiente
le sostuviste la mirada a tu propio cráneo.

 

PARA TRAICIONAR TU MÁSCARA, ESCRIBE

Te cansó la palabra territorio. Te agotó la palabra ciudad.
El terruño es insufrible, no lo digas.
No más comarcas, no más provincias, no más frontera,
ni el siútico far west, sin antes abordar tu decadencia
y confrontarlos con estos años, con la materia,
la comodidad del auto, el puesto de trabajo, la casa de dos pisos
y el césped que cada tarde riegas.
Ofrece la nebulosa al centro de tu pecho, ésta,
donde no hay dureza en la que plantar banderas.
Vamos, Wenuan, que alguien, ahora te acompaña
como lo hicieran con Atreyu
y te seguirá siempre y cuando no lo embolines
con hablantes indeterminados, cínicos.
Ya diste unos giros hacia el pasado en Romería.
No fue suficiente.
Así que tus pasos se fueron con un Mapa Roto.
No fue suficiente.
Y tú fastidio contra el mundo persiste
pero tu fastidio persiste aún más agudo contra ti
que también eres un mundo
No, memoria, ahora no.
Ahora tus sentidos para resistir el viaje al Sur de Fantasía:
tú, varado en la playa del afecto, ancla
como par de ojos cosidos en la nuca.
Pero en nombre propio, Wenuan.
Habla en nombre propio.

 


 

Wenuan Escalona (Temuco, 1977). Ha publicado Romería (2010) y El Mapa Roto (2014). Actualmente reside en la ciudad de Concepción, donde realiza talleres literarios y prepara su tercer libro de poemas: Preguntas al Sur de Fantasía.

Imagen de la cabecera: Retrato de Wenuan Escalona Por Álvaro de la Fuente
(escritoresindigenas.cl).