Crítica a «Encerrar y Vigilar: Escrituras Bajo Amenaza»

Alberto Moreno y Samuel Ibarra
Encerrar y Vigilar: Escrituras Bajo Amenaza (2020)
Lakúma-Pusáki y Marciano Ediciones
220 pp.

 

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Encerrar y Vigilar: Escrituras Bajo Amenaza (2020) es una antología que contiene poemas, collages, pinturas, y otras expresiones difíciles de clasificar. Aunque en esta ocasión, nos concentraremos sólo en los textos: los cuales están motivados directa o indirectamente por la pandemia, y por alguna forma de crítica política, en lo que pareciera ser el hilo conductor de varios de ellos: la pandemia entendida como la continuación del estallido social que ocurrió en Chile durante el año 2019. Una hipótesis que traspasa lo meramente poético para transformarse en el intento por recobrar, a través del arte y la literatura, las libertades perdidas en el actual estado de excepción que ya hemos padecido durante varios meses, y que pareciera no dar señales de claudicar en el corto plazo.

Hay que partir por reconocer la valentía de los participantes: no es fácil escribir acerca de de un hecho aún en desarrollo, tan multiforme, y cuyas consecuencias duraderas aún están por verse. Muchos escritores han tenido la idea de hacerlo y sólo algunos lo han concretado. El riesgo no es poco. Todo lo que se diga hoy podría servir para envolver pescado mañana. Afirmaciones que en su momento tuvieron eco entre un gran número de personas, como el origen planificado del virus o su exageración por parte de los gobiernos, han envejecido rápido y mal. Cualquier conclusión in situ pareciera estar condenada a descartarse con el pasar de los meses. También la propuesta central de ambos prólogos –y de muchos poemas– podría ser motivo de observaciones a vuelo de pájaro (¿realmente la literatura se encuentra “bajo amenaza”?, ¿se puede hablar de una simbiosis tan exacta entre el virus y la represión estatal?) Sin embargo, no estamos ante una selección de ensayos ni de artículos (hay muy pocos), sino de trabajos literarios cuya misión es proponer miradas personalísimas y atractivas sobre el tema utilizando a la poesía como soporte (entre otros). Esa es la vara con la que se debe leer una antología de esta especie.

Los poemas más logrados son aquellos que abordan a la pandemia desde un punto de vista autoral, ligado a una mirada estética que ya venían desarrollando sus escritores desde antes. Entre ellos, destacan los textos de Egor Mardones (hace tiempo que no me reía tanto con un poema), el romanticismo desbordante de Roxana Miranda, la mirada aguda de Soledad Fariña, la lucidez autoflagelante de Ernesto González, el texto de los crayones de Gregorio Fontén (me recordó a los libros colgados de Bolaño), y la honestidad sobrecogedora de Daniel Rojas Pachas (Eielson es un poema tan bueno…que pareciera ser la palabra definitiva en relación al conjunto). Algunos descubrimientos inesperados (o de escritores que, al menos yo, no conocía) fueron: Samuel Leal Chau, Moro Maxwell, Sandriuska Theremin, Fernando Pérez, y varios otros que justifican sobradamente a esta antología como la oportunidad para descubrir a nuevos poetas bajo el llamado de un tema en común.

Es verdad, no se puede leer esta selección sólo como el mero intento de hacer política contingente. Así y todo, se percibe un consenso (intencionado o no) ante el cual se podría haber utilizado algo más de libertad, algo más de capricho poético (la experimentación presente en los poemas visuales no necesariamente ilumina nuevos significados). En concreto: se podría haber soltado un poco más la mano para explorar ideas que sobrepasen la noción de un presente saturado de violencia, tedio y control (hay muy pocos textos que lo hacen. El ensayo de Omar Mondaca es el más explícitamente optimista). Y sí, puede que sea demasiado pedir. Y uno comprende que no sea fácil admitirlo –más aún en un país como Chile–, pero no todo lo ocurrido durante la pandemia ha sido tan oscuro ni tan horroroso. El quiebre de la normalidad ha producido una cantidad de movimientos en todas las direcciones, para bien y para mal. Y aunque estemos ante una tragedia sin matices, la literatura no tendría por qué ser el reflejo fiel de las emociones mayoritarias de una época (la guerra y la peste también han servido como inspiración para escrituras atrevidas, jocosas e incorrectas). Por eso, ante la consolidación del relato catastrófico o complotista, uno podría esperar que en el futuro surjan nuevas obras que vayan sumando aspectos cada vez más inesperados acerca de esta pandemia.


Cristian Rodriguez Büchner (Valdivia, 1985). Poeta y narrador. Profesor de lenguaje y Mg. en Literatura Hispanoamericana. Editor y columnista de revistaelipsis.cl. Ha publicado Lluvia de Barro (cuentos, 2012), Caligrafía del Insomnio (poesía, 2017) y 19 poemas (2020).